Receta de postre: Un decadente brownie

Hoy les quiero presentar una receta de lo más delicioso: un auténtico fudge brownie al más puro estilo americano.

En España el concepto que tiene la gente (incluidos muchísimos restaurantes) de lo que es un brownie no solo es equivocado, sino que desde mi punto de vista roza lo indignante. ¿Cuantas veces no habré pedido de postre un brownie con la esperanza de poder disfrutar como dios manda para luego decepcionarme como un niño chico en Navidad cuando el paquete con forma de videojuego resulta ser un libro? Y es que no me cansaré de decirlo: ¡Un brownie no es un queque (bizcocho para los peninsulares) de chocolate! Luego, si encima lo sirven rociado con sirope de chocolate de bote como si fuera gran cosa, ya mi tensión sube a límites insospechados.

Por ello, voy a compartir esta receta, para que se acabe de una vez con la difamación de lo que considero uno de los mejores postres de chocolate en la faz de la tierra.

Ingredientes

Los ingredientes necesarios para esta receta son los siguientes:

Para el brownie:

• 200 gr. de chocolate negro
• 200 gr. de mantequilla
• 360 gr. de azucar
• 4 huevos medianos
• 100 gr. de harina
• 1/2 cucharilla de sal
• 1/2 cucharilla de "baking powder"

Para la ganache:

• 200 gr. de chocolate con leche
• 1 dl de nata
• Extracto de menta (opcional)

Elaboración

El primer paso es poner el horno a calentar a 170ºC. Derretimos la mantequilla y el chocolate al baño María y, mientras tanto, batimos los huevos con el azúcar (con una batidora eléctrica se hace en un momento y recomiendo encarecidamente que te hagas con una). Por otro lado, mezclamos los ingredientes secos. Una vez que el chocolate con la mantequilla se haya enfriado un poco (para evitar la cocción del huevo), mezclamos todos los ingredientes húmedos y, a continuación, integramos los ingredientes secos poquito a poco.

Preparamos una bandeja profunda con papel de horno y vertimos la masa en ella. El tiempo de cocción será de unos 30 minutos. Podemos comprobar que el brownie está hecho si pinchamos con un tenedor y no se queda prácticamente nada pegado.

Mientras el brownie está en el horno, podemos aprovechar para preparar la ganache. Para ello derretiremos el chocolate con la nata al baño María y, una vez bien mezclado, dejaremos que enfríe un poco antes de añadir el extracto de menta u otros aromas para evitar que con el calor se volatilicen. Cuidadito con la menta que suele venir potente y es fácil pasarse, luego parece que te estás comiendo una tarta de Profident

A continuación, sacamos el brownie del horno e invertimos la bandeja sobre otra para sacarla y quitamos el papel de horno. Vertimos la ganache por encima y lo esparcimos con una lengua de silicona. 

Y con esto ya habremos terminado. Puedes servir el brownie recién hecho y calentito con una bola de helado o guardarlo en la nevera y dejar que al enfriarse adquiera una consistencia parecida a un toffee blando. Para mi gusto siempre está mejor al día siguiente.

Y con ésto nada más, que aproveche y hasta la próxima!