Se trata de un postre de manzana con base de hojaldre de elaboración tan sencilla que hasta un mono entrenado lo puede preparar (si tienen uno en casa ya saben...). Lo único que hay que tener en cuenta es que la sartén que vayamos a usar sea apta para meter en el horno, si no fuera así la tarta cogería un aroma a plástico derretido que ni Gordon Ramsay sabría combinar bien.
Ingredientes
- Una manzana - Yo uso Granny Smith ya que le da un poco de acidez, con otras variedades me resulta demasiado dulce
- Masa de hojaldre - Si te lo quieres currar al máximo puedes prepararla tú mismo pero como yo soy un vago la compro congelada
- 100 gr de azúcar moreno
- 50 gr de mantequilla
- Canela
- Ron, Calvados o whisky - algo para darle un poco de chispa
Elaboración
Empezamos calentando la sartén a fuego medio y poniendo el horno a precalentar a 185 grados. Derretimos la mantequilla, le añadimos el azúcar y un chorro del licor que hayamos elegido y dejamos que se vaya haciendo el caramelo.
Mientras el azúcar se va derritiendo cortamos la manzana en rodajas. Cuando el caramelo esté en su punto añadimos un poco de canela, mezclamos bien, repartimos los trozos de manzana por toda la sartén y dejamos que se hagan un poquito. Durante este paso nos llegará un olor riquísimo a manzana caramelizada pero les aconsejo que no metan un dedo para probar un poquito, se van a meter una quemada de mil pares de cojones y yo tendré el gusto de decir "te lo dije".
En lo que esperamos a que las manzanas cojan un poco de temperatura en la sartén extendemos la masa de hojaldre y cortamos un círculo del tamaño de nuestra sartén. A continuación quitamos la sartén del fuego, la cubrimos con la masa de hojaldre y con la ayuda de una cuchara vamos bajando los bordes de la masa.
A continuación metemos la sartén en el horno y vamos al salón a ver un episodio de Modern Family, echar una partidita rápida a la xbox o gacer lo que más nos guste hacer durante los 20-30 minutos que tarda la masa en hacerse.
Ya se acabó la espera, nuestra tarta ya está lista y sólo nos falta sacarla de la sartén. ¿Le has dado alguna vez la vuelta a una tortilla? Pues ésto es lo mismo a todos los efectos. Tapamos la sartén con una hoja de papel de horno y una bandeja, agarramos firmemente por los bordes y giramos. Levantamos la sartén y voilá, ya tenemos una deliciosa tarta de manzana lista para ser devorada.
Si lo acompañamos con un chorro de crema de vainilla o una bola de helado ya estaríamos hablando de un postre que roza el orgasmo culinario.
Y con ésto nada más. Que aproveche y hasta la próxima!
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